Promesas infinitas, mentiras eternas
Pinocho tenía la nariz más pequeña que muchos de los políticos que han pasado o residen en Campoo. Todos prometen, todos comprenden, pero lo que es hacer, más bien poco o nada. Faltaría más, tendrán un nuevo hospital, dijeron allá en el año 2000. Ahora habrá dos, o uno a tomar por... U otro sin espacio o quizás hagan un consultorio médico con dos camillas en las dependencias de la Guardia Civil, la anestesia ya la ponen ellos... Un desastre y Campoo sin un hospital digno.
Pero la cosa no queda ahí, ¿qué pasa con La Lastra?, sí esa península que se iba a convertir en el referente medioambiental de Cantabria con sus lobos, buitres y tritones jaspeados. Esos buitres que no se saben donde están, los lobos que se comen a los tritones, porque no encuentran a los buitres, y los jaspeados que han emigrado como los vascos a las Rozas, en busca de nuevos espacios para colonizar. Aquello parece África, unos están negros, eso sí, por dentro, y los bichos, diferencien ustedes entre categorías, se mueren de hambre. Pero claro, auditoria-propuesta-auditoria... Yo dije, el dijo... el hizo, tu hiciste... Y venga a conjugar. A la... -dijo el tritón- y se marchó a nado hasta Arija en busca de ‘tritonas’.
Y que decir de los centros medioambientales, los parques fluviales y demás inventos del maligno diseñados para hacer que hacen algo, para cerrarlos en plena época estival y para construirlos a pares. Que hay un centro en Fontibre sobre el río Ebro, pues ponemos otro en Reinosa. Claro, como distan mil kilómetros.
Y ahora, otra de las joyas de la corona. "Alto Campoo subirá a la Primera División de las estaciones españolas". Pregunta: ¿Colocarán escaleras? Respuesta: No -hombre- nieve artificial, nuevas pistas e infraestructuras... Vamos, han pasado dos años y cuanto mejor hubieran sido las escaleras, por lo menos hubieran hecho algo.
PD: Si les parecían pocas promesas no se preocupen, en breve llegan las elecciones.